Desde los comienzos del universo fuimos nómadas; el uso de las herramientas constituía un factor fundamental, así como también el lenguaje, el cual se ha ido desarrollando cuidadosamente por selección natural, como un elemento esencial para nuestra supervivencia. Y aunque no conservamos la facultad de predecir el futuro a través de este, siempre ha sido necesario para describir desde distintas percepciones lingüísticas el origen de la naturaleza y los fenómenos físicos del mundo a lo largo de toda la historia humana, en cuanto a que nuestra especie y nuestro mundo son únicos y desempeñan un papel central en el funcionamiento y la finalidad del cosmos.
La historia de la humanidad siempre ha estado enmarcada por diferentes hitos que han hecho que los procesos evolutivos se den desde diversas perspectivas, partimos de una célula, para convertirnos en lo que hoy somos y en lo que en un futuro seremos. En este avance de evolución y transformación se han creado diferentes artefactos que han cambiado la vida del hombre de forma sustancial; en dicho transcurrir histórico desde la aparición del primer hombre hasta nuestro días no ha habido un invento que más haya revolucionado la historia, la cultura y la sociedad como lo es el lenguaje. En sus inicios solo era una serie de signos jeroglíficos que intentaban representar de una u otra forma las vivencias y los conocimientos de la época.
Los elementos representados en las sociedades primitivas estaban enmarcados en dos grandes elementos: la cultura y la religión; pues aunque no estuviera estructurada como tal fueron elementos que definieron los principios para lo que luego vino a tomar estos nombres. Por consiguiente se puede afirmar sin lugar a duda que el lenguaje humano fue evolucionando en los últimos 100.000 años a medida que el hombre iba desarrollando nuevos procesos de intercambio mutuo de información y conocimiento que le permitieran interactuar con su entorno generando procesos cognitivos y capacidades mentales que le permitieran observar, conocer, reconocer, diferenciar y manipular dichos procesos; obteniendo con ellos una serie de códigos lingüísticos que a medida del tiempo terminaron convirtiéndose en un sistema muy complejo de comunicación.
Partiendo de desde la época de los griegos, estos expresaban su relación con el universo y daban explicación a las cosas mediante el lenguaje natural, esta condición para la época era totalmente normal; aunque esto pudiese generar una serie de ambigüedades que posteriormente con los avances de la ciencia se hizo necesario ir corrigiendo, para normalizar y estandarizar los términos utilizados en los procesos comunicativos.
En esta medida, el lenguaje se convierte en el motor principal para el entendimiento y divulgación de los procesos científicos que se iban adelantando en cada una de las etapas de transición histórica y evolutiva de la sociedad.